La desorganización crónica: Cuando el caos se convierte en estilo de vida

¿Llevas más de 6 meses tratando de encontrar tu orden y paz mental? Si ya has intentado varias estrategias y no consigues encontrarte, quizás sufras desorganización crónica.

Autora: María Atienza

2/22/2025

Mujer Desorganización Crónica Almería TDAH
Mujer Desorganización Crónica Almería TDAH

El desorden es algo con lo que todos lidiamos en algún momento, pero no siempre significa lo mismo. Mientras que para algunos es una situación pasajera, para otros puede convertirse en un problema que afecta su bienestar y calidad de vida. En este blog, exploraremos los tres niveles del desorden y cómo diferenciarlos. Además, ahondaremos en la desorganización crónica, una gran desconocida en nuestro país.


La desorganización: ¿Caos temporal o problema crónico? Vamos a distinguir 3 niveles o situaciones:

El desorden momentáneo, que surge en momentos de cambio que todos vivimos como una mudanza, un divorcio o la jubilación, el diagnóstico de una enfermedad en la que hay que adaptar la casa... Es una respuesta natural a la transición y suele resolverse con el tiempo.

La desorganización crónica, que va más allá de un simple desorden ocasional y dificulta la vida diaria. Aquí entran personas que, sin llegar a extremos patológicos, tienen serios problemas para organizar sus espacios y rutinas.

Los extremos del desorden, donde encontramos el síndrome de Diógenes y el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). Estos casos requieren atención especializada, ya que pueden comprometer la salud física y mental. Además, suelen conllevar problemas sociales, familiares y económicos más graves.

¿Qué es la desorganización crónica?

La desorganización crónica es una condición persistente que afecta en múltiples áreas la calidad de la vida. No se trata de un diagnóstico clínico, sino de una descripción del impacto sostenido del desorden a lo largo del tiempo. Se manifiesta en:

✔ Espacios físicos abarrotados y desordenados constantemente.

Dificultad para gestionar el tiempo y cumplir compromisos.

Sensación de estar siempre atrasado o abrumado.

Problemas para establecer prioridades y mantener el enfoque a pesar de los intentos.

Problemas de acumulación y dificultad para el desapego aunque se trate de prendas muy gastadas, objetos obsoletos o que no funcionan etc.

✔  Se tiende incluso a descuidar la salud: falta de higiene personal, de una buena alimentación...

Causas comunes de la desorganización crónica

Las razones detrás de este fenómeno pueden ser diversas:

 Falta de hábitos estructurados: No contar con sistemas claros para organizar las tareas diarias. Es posible que nunca se hayan adquirido las herramientas porque no se adquirieron durante la infancia o que por circunstancias vividas hayas perdido la capacidad que sí tenías desarrollada.

Dificultades emocionales: Estrés, ansiedad y depresión pueden afectar la capacidad de organización.

Tendencia al perfeccionismo: Querer hacer todo a la perfección puede llevar a la procrastinación.

TDAH, TCA, TEA y otros factores neurológicos: Algunas personas tienen dificultades específicas para la gestión del tiempo y la planificación. Sin embargo, pueden adquirir herramientas y mejorar su situación si se lo proponen.









Consecuencias del desorden continuo

Aumento del estrés: Un entorno caótico genera una subida de cortisol, la hormona del estrés y una sensación constante de agobio.

Baja productividad: La falta de organización dificulta la eficiencia.

△ Impacto en las relaciones personales: La desorganización puede generar conflictos y malentendidos. También hace que las personas se avergüencen de su casa y no compartan el espacio con amigos y familiares: al esconder el problema este puede agravarse con el tiempo.

Afectación de la salud mental: Puede alimentar sentimientos de culpa e insuficiencia.

¿Cómo se diagnostica? ¿Dónde está la línea entre la D.C. y el S.D.?

Es importante diferenciar la desorganización crónica del síndrome de Diógenes. Mientras que la desorganización crónica implica un desorden generalizado, el síndrome de Diógenes se caracteriza por la acumulación compulsiva de objetos, aislamiento social extremo y falta de higiene personal llevada al límite. La línea es fina y este último es un trastorno más severo que requiere intervención médica y psicológica.

El Institute for Challenging Disorganization (ICD), en español Instituto para la Desorganización Crónica, es una organización sin fines de lucro dedicada a proporcionar información, educación y recursos sobre la desorganización crónica y condiciones relacionadas. Ofrece formación para profesionales y apoyo para individuos que enfrentan desafíos de organización.

En el ámbito hispanohablante, Nacho Eguiarte es un destacado Organizador Profesional Certificado en Desorganización Crónica. Especialista en acumulación compulsiva y estrategias para el TDAH, ha contribuido significativamente a la comprensión y manejo de la desorganización crónica en México y América Latina.

¿Cómo superar la desorganización crónica?

Implementar rutinas simples: Pequeños hábitos diarios ayudan a crear estructura.

Dividir tareas en pequeños pasos: En lugar de intentar organizar todo de una vez, abordar un área a la vez.

Utilizar herramientas de planificación: Agendas, aplicaciones y listas pueden ser grandes aliados.

✔ Utilizar herramientas de gestión emocional y atención plena: Relajación, visualización, meditación, escritura consciente etc.

Buscar apoyo: Un coach, terapeuta especializado o un grupo de apoyo pueden ayudar a crear estrategias personalizadas.

Recuerda que la organización no se trata de ser perfecto, sino de encontrar un equilibrio que te permita vivir con mayor tranquilidad y claridad mental.

Colaboración entre profesionales: psicología y organización profesional.

Superar la desorganización crónica no es solo cuestión de voluntad, sino de estrategia y acompañamiento adecuado.

¿Eres psicólogo/a y estás acompañando a alguien que sufre alguno de estos problemas relacionados con el orden? ¿Te imaginas los beneficios de trabajar en conjunto?

Mi labor como organizadora profesional y neurocoach es acompañar a la persona dentro de su hogar. Con una estrategia compartida, podemos lograr cambios reales y sostenibles, acompañando a la persona a superar su situación y creando un entorno que refleje bienestar y equilibrio.


¿Cuál es mi experiencia personal al respecto?















Siento que a lo largo de mi vida he sufrido desorganización crónica asociada al Trastorno de la Conducta Alimentaria con el que he convivido en secreto durante la mayor parte de mi vida. Durante los últimos años he perdido -30Kg y he sanado mi relación con la comida, el deporte y mi físico.

¿Cómo me afectó? Te cuento mi experiencia de forma muy resumida para ayudarte:

Siempre he sido metódica y organizada para los estudios, para mi trabajo, para el orden en los objetos como decoración, libros, la despensa, el baño... Pero en el área ropa no lo sentía de esta forma.

Antes de sanar de mi TCA, sentía una gran obsesión con el peso, necesitaba pesarme a diario y mi felicidad interna iba asociada al número en la báscula. Como el peso cambiaba constantemente, tenía ropa de distintas tallas y solía llevar o ropa que me apretara o que me estaba demasiado holgada... esto contribuía a la dismorfia, no estaba segura de mi autoimagen.

Sentía ansiedad social de cara a eventos: me frustraba el tener el armario abarrotado y no tener nada que ponerme o que me iban a juzgar por mi peso... hacía que me lo probara todo de forma compulsiva, dejaba montones de ropa con las prisas... y casi siempre tenía que salir en el último momento a comprar algo para "salir del paso". Esto hacía que tuviera ropa que no me gustaba, asociada a esos eventos... afectaba a mi economía personal y a mi bienestar.

También lo pasaba muy mal cuando tenía que comer en público por diferentes motivos: si estaba a dieta sentía que me obligarían a saltármela, comía para complacer a la cocinera de turno y cocinaba a otras personas para agradar, encajar...

Además, acostumbraba a dejarme para el último lugar: no sentía que yo mereciera comprarme ropa bonita, siempre iba de rebajas o aceptaba ropa de amigas y familiares con la que no me sentía yo misma por miedo a quedar mal con ellas.

También sentía una gran frustración por compararme constantemente con todo el mundo por su físico y me machacaba haciendo deporte de forma extrema aunque no me gustaba ni lo disfrutaba.

Me movía entre extremos muy poco saludables: era presa del hambre emocional y acababa entre atracones y restricciones, especialmente antes y después de los eventos sociales que más estrés me generaban.

Al haber normalizado estas conductas adictivas con la comida en mí misma, normalicé las conductas adictivas de otras personas de mi entorno como el consumo excesivo de alcohol, lo que conllevó graves problemas personales.

Todo esto llevó a grandes problemas de concentración, pensamientos rumiantes, cambios de humor, inestabilidad social y económica... ¡¡Una gran pérdida de energía, una sensación de culpa, frustración, vergüenza, apatía...!!

¿Cómo estoy ahora? ¡Me siento libre de mi cárcel mental!

Sané de mi TCA y vivo en paz conmigo misma y con los demás. Las herramientas que lo hicieron posible fueron la inteligencia emocional, el neurocoaching y la atención plena. También me ayudó muchísimo hablar con personas que lo habían superado antes que yo.

A día de hoy me siento libre de rumiación y en mi peso, he creado un armario disfrutón desde mi esencia y me estoy preparando para competir en el deporte que siempre me gustó: la natación.

He recuperado mi autoestima, mi seguridad y la sensación de merecimiento. 

Siento que haber pasado por todo esto es una de mis mayores herramientas a la hora de trabajar con personas que sufren problemas asociados al desorden, a la ansiedad, la obsesión y las conductas adictivas.


¿Cuál es mi experiencia profesional al respecto?

A lo largo de mi carrera profesional como maestra he acompañado a cientos de familias con niños TDAH, dislexia, TEA... para aceptar la situación de cada cual, establecer rutinas y sacar el máximo potencial de cada situación y momento.

Como neurocoach acompaño a poner orden en nuestras pertenencias desde el enfoque de la formación, la programación neurolingüística y la neuroplasticidad, la gestión emocional y la atención plena.

Creo que solo si tenemos en cuenta el orden físico sin mejorar la mentalidad y la gestión emocional los cambios no se mantendrán.

¿Hablamos?

Si sientes que el desorden te sobrepasa y afecta tu día a día, no tienes que enfrentarlo en silencio. ¡Hablemos y diseñemos un plan a tu medida!

Si eres psicólogo/a o terapeuta especializado en TCA, TOC o Diógenes y estás considerando la colaboración con una organizadora profesional, te invito que te pongas en contacto conmigo.

Agenda una cita para conocernos AQUI

Espero que la lectura de este blog te haya aportado claridad e ilusión. 

Un fuerte abrazo,

En 2024 tuve la suerte de conocer a Nacho Eguiarte en el 8º Congreso de la Asociación de Organizadores Profesionales de España celebrado en Madrid.

Como experto en la materia, nos ofreció una masterclass sobre herramientas de gestión emocional, visualización y otras estrategias útiles para acompañar a una persona que sufre desorganización crónica.

Aunque no he realizado la formación del ICD, fue muy satisfactorio observar cómo las herramientas que a día de hoy empleo en Mi Burbuja Ordenada, por mi experiencia personal y profesional, están totalmente alineadas con la forma de trabajar que Nacho nos propuso.

María Atienza y Nacho Eguiarte en el
8º Congreso AOPE - Madrid, 2024

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